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El Instituto de Física (IF) de la UNAM, mediante el Laboratorio Nacional de Ciencias para la Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural (LANCIC), estudia la composición y el deterioro del mural del pintor mexicano Diego Rivera “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”.
En el análisis de la obra del muralista se usaron métodos de imagenología no invasivas, con equipos portátiles que determinan la composición de los pigmentos, comentó el encargado del LANCIC, José Luis Ruvalcaba Sil.
“Sobre esta obra se han hecho diversos estudios, excepto uno técnico a detalle. Esta estrategia consiste en registrar fotográficamente una pieza bajo iluminaciones variadas”, explicó.
“Debido a que los materiales responden de manera distinta a la luz que incide en ellos nos es posible diferenciar los pigmentos presentes en la obra, las alteraciones a que fue sometida e incluso fisuras difícilmente perceptibles por otra vía”, agregó.
Los especialistas realizaron un registro con luz infrarroja, luego ultravioleta y después con un método llamado infrarrojo de falso color, para saber cuántos pigmentos se emplearon en la obra, informó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Global.
Asimismo, con esta investigación se pudo observar el lugar donde hay fracturas, alteraciones y repintes, además de aspectos técnicos sobre su elaboración.
“También le hicimos una radiografía digital, algo novedoso, y ésta nos mostró deformaciones en la malla que hay en su interior, zona donde el mural registra más fracturas”, comentó.
Ruvalcaba Sil destacó que con el estudio de la obra, que mide 4.75 metros por 15.67 metros, lograron obtener detalles importantes sobre la técnica de manufactura, pintura y de los pigmentos con los cuales se pintó.
El mural de Diego Rivera en deterioro

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