Skip to main content

El papa Francisco se reunió con el líder de un grupo secesionista de católicos tradicionales, en un intento por poner fin a un cisma de un cuarto de siglo. En una declaración el lunes, el grupo dijo que no se discutió su estatus legal en la Iglesia católica, pero que las conversaciones a menor nivel continuarán “sin apresuramientos”.
La Fraternidad de San Pío X anunció el lunes que la reunión de 40 minutos con el papa, realizada el viernes, fue cordial y que se produjo debido a que Francisco deseaba “una reunión privada e informal” con su superior, el obispo Bernard Fellay.
El Vaticano reanudó en 2014 el diálogo con la organización católica después de que se interrumpieron las conversaciones sobre temas doctrinales iniciadas por el papa emérito Benedicto XVI. El año pasado, Francisco ofreció un gesto extraordinario al permitir que los sacerdotes de la fraternidad, que no tiene estatus legal en la Iglesia, oyeran confesiones durante su Año Santo de Misericordia.
El ya fallecido arzobispo Marcel Lefebvre fundó la sociedad tradicionalista, que se opuso a la misa en idiomas vernáculos impuesta por el Concilio Vaticano II y el acercamiento a los judíos y otras denominaciones cristianas. En 1988, el Vaticano excomulgó a Lefebvre y a otros cuatro obispos después que este los consagró sin consentimiento papal.
Benedicto XVI ha hecho de la reconciliación una prioridad: liberalizó el uso de la misa en latín, tal como la celebra la sociedad, levantó las excomuniones y soportó críticas acaloradas cuando se demostró que uno de los obispos rehabilitados había negado el genocidio judío, pero tres años de conversaciones doctrinales se cortaron en 2012 cuando Fellay se negó a aceptar una serie de principios doctrinales requeridos por la Santa Sede sobre la aceptación por parte de la sociedad de las conclusiones del Concilio Vaticano II.
Tras la elección de Francisco, el papa jesuita dejó en claro que no tenía en consideración la tradicional misa en latín, consideraba a los tradicionalistas como retrógrados y se preocupaba más por difundir el mensaje misericordioso de los Evangelios a los pobres y descastados de la sociedad que de remover espinosas disputas teológicas y canónicas.
Paradójicamente, el énfasis de Francisco en la misericordia y la inclusión, su preocupación por los católicos “periféricos” y el desdén de las reglas rígidas permitió el progreso en las gestiones.
En comentarios recientes, Fellay manifestó un optimismo renovado de que se pueda resolver el estatus legal del grupo. Agregó que Francisco despachó obispos para visitar los seminarios y sede de la sociedad a fin de “vernos como somos” y que los obstáculos teológicos del pasado estaban ahora en discusión.
“¿Estamos avanzando realmente? Creo que sí, pero realmente se avanza despacio”, dijo Fellay en una entrevista del 4 de marzo con el sitio Dici.org de la sociedad.
Papa Francisco se reúne con el grupo secesionista de católicos tradicionales