Con 65 años de vida, casi 40 de ellos dedicado al arte, Alberto Castro Leñero es un artista plástico que aún confía en el papel que cumple su actividad, como alternativa dentro de la dinámica de violencia que mueve al mundo.
“El arte nos da posibilidades de reflexionar, de pensar la realidad”, sostiene Castro Leñero, quien el próximo jueves será homenajeado por trayectoria en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
Para el creador, “el arte contradice la dinámica de la violencia, es una alternativa contraria a ello y, además, tiene la posibilidad de expandirse y permear la realidad”.
Es por ello, quizá, que aún con casi cuatro décadas de trayectoria, aún es importante la relación que pueda crear y sostener con su público.
Castro Leñero estudió Comunicación Gráfica y Artes Visuales en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), así como en la Academia delle Belle Arti, en Bolonia, Italia, y ha exhibido su obra en museos y espacios culturales nacionales e internacionales.
Hoy considera privilegio celebrar tantos años de trabajo dentro del arte porque, sabe, “a veces no es un trabajo tan visible o utilitario”.
De acuerdo con el escultor, en la exposición “Sistemas transitables”, que inauguró en el Museo Universitario de Ciencias y Artes de la UNAM, a inicios de este año, está plasmada esa preocupación en el pabellón Intercambiador.
Esa muestra representó para Leñero el inicio de una serie de experimentaciones en las que ha continuado trabajando y que involucran la escultura así como la arquitectura.
“Ahora estoy en una fase muy experimental, probando, tratando de ejercitar medios que ahora llaman mi atención por obras que he visto y veo como posibilidades dentro de mi lenguaje”, expresó en declaraciones al INBA.
Un ejemplo de ello, añadió, es la serie de murales “Elementos”, que propuso para el Metro Taxqueña y que le permitió incluir nuevos lenguajes, entender la posibilidad de causar presencia y de crear utopías que puedan hacer cosas posibles o dar posibilidad de pertenecía.
La obra pictórica de Castro Leñero, reconocida por sus constantes experimentaciones, está situada en un cruce de corrientes: la nueva figuración, el arte pop y el expresionismo abstracto en el contexto del arte mexicano.
Actualmente, a partir de la pintura y el video, el artista plantea instalaciones con las que propone una forma de interrelación de distintos lenguajes y para esta etapa, el artista está trabajando con su hijo, Daniel Castro, quien es cineasta.
“Hace unos días analicé mi trayectoria y veo que desde el inicio de mi carrera, a principios de 1980, la idea que tengo del arte se ha sostenido como un concepto evolutivo, dinámico, unido al significado de evolución y cultura”, señaló.
En ese sentido, dijo, sus propuestas continúan decantándose hacia los espacios públicos en términos escultóricos, así como arquitectónicos, con la propuesta de pabellones en la que se encuentra trabajando, siendo aún un proceso intuitivo.
Su obra ha sido comentada y objeto de análisis por parte de especialistas y estudiosos como Juan García Ponce, Teresa del Conde, Alberto Blanco, Olivier Debroise, Jorge Alberto Manríque, David Huerta, José Manuel Springer, Sylvia Navarrete y Raquel Tibol.