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Carlos Manuel Urzúa Macías mostraba su descontento no sólo en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) sino también fuera de la dependencia, según lo señala el dirigente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Francisco Cervantes Díaz:

“Al secretario Urzúa se le sentía incómodo. No recibía mucho a la gente, llevaba un ritmo muy introspectivo y, por lo mismo, no era fácil trabajar así porque los múltiples temas que representamos requieren de atención pronta, muchas veces inmediata”, señala el representante del sector industrial.

Y puntualiza: “Contrario a lo que muchos piensan, en realidad la renuncia no es tan sorpresiva”.

El martes 9 el equipo económico del gobierno de Andrés Manuel López Obrador se sacudió por la dimisión de Urzúa, sobre todo por el tono de la misiva dirigida al presidente:

“En esta administración se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento. Estoy convencido de que toda política económica debe realizarse con base en evidencia, cuidando los diversos efectos que ésta pueda tener y libre de todo extremismo, sea éste de derecha o izquierda. Sin embargo, durante mi gestión las convicciones anteriores no encontraron eco.

“Me resultó inaceptable la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública. Esto fue motivado por personajes influyentes del actual gobierno con un patente conflicto de interés.”

La carta molestó al presidente López Obrador, a sus principales colaboradores e, incluso, a algunos sectores empresariales, como la Concamin, que de plano externó su reproche el mismo martes 9:

“Es importante que los funcionarios del gobierno se pongan todos bien la camiseta y trabajen coordinadamente, porque están ya a la esquina del primer año de gobierno y no pueden seguir echándole la culpa de la problemática -que les corresponde resolver- al pasado, ni al fantasma de la corrupción. Están para ayudar al presidente y a toda la población. Si no lo hacen bien y se dejan ayudar, a todos nos va a salir carísimo.”

Nueve días después de celebrar el primer año de la victoria de López Obrador en las urnas, el día 9 fue un “martes negro” para los mercados financieros: el peso llegó a depreciarse 2% frente al dólar, aunque al final de la jornada sólo perdió 1.36% de su valor, luego de la presentación de Arturo Herrera como nuevo titular de la SHCP: el billete verde se ofertó en 19.51 pesos, mientras que al mayoreo se cotizó en 19.16, cuando en la víspera se vendió en 18.90.

El mismo Herrera señaló en su primera rueda de prensa celebrada en el Salón de Usos Múltiples del Palacio Nacional: “Los mercados querían mucho al doctor Urzúa, pero también me quieren a mí”.

La renuncia de Carlos Urzúa no fue sorpresa

** “La última bala”

En efecto, los mercados e inversionistas confian en el nuevo secretario de Hacienda, pero no mucho en el presidente López Obrador. El problema no es menor. Para los inversionistas Arturo Herrera representa “la última bala”.

“Si bien el nombramiento de Herrera es indudablemente positivo, el nuevo gobierno no logra acotar la incertidumbre que aumentó más que por la renuncia misma, por las razones expuestas. Hacia delante, resulta fundamental garantizar la independencia de Herrera al interior del organismo para tomar decisiones adecuadas y compatibles con el objetivo indispensable de mantener la estabilidad macroeconómica”, explica BBVA Research en un reporte titulado Renuncia del secretario de Hacienda, una mala señal.

Y remata: “Para no tener un desenlace similar, en nuestra opinión el secretario Herrera deberá contar con un mayor apoyo y una mayor independencia. Que Herrera se mantenga en el gobierno resulta fundamental para la percepción de los mercados, que verán al nuevo secretario como ‘la última bala'”.

Sin embargo, de acuerdo con BBVA Research, las razones que expone Urzúa en su carta de renuncia -aunadas a los mensajes del presidente en el nombramiento de Herrera como su sucesor- permiten intuir que, al menos de momento, el nuevo titular de la Secretaría de Hacienda no tendrá un mayor apoyo y en conjunto son una señal de debilitamiento del equipo económico del nuevo gobierno.

Mediante un vídeo, López Obrador se apresuró a nombrar y presentar a Herrera, quien lo escuchó cabizbajo, con semblante angustiado, lo que lo hizo objeto de numerosos memes en redes sociales.

“Nosotros tenemos el compromiso de cambiar la política económica que se ha venido imponiendo desde hace 36 años. Es un cambio, una transformación, a veces no se entiende que no podemos seguir con las mismas estrategias… No se puede poner vino nuevo en botellas viejas, y es cambio de verdad; transformación, no simulación”, declaró el mandatario.

BBVA Research considera que los motivos que señaló Urzúa en su carta representan el cuarto hito en el actual gobierno que cuestiona el proceso de toma de decisiones, siendo los tres anteriores la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, el freno a la reforma energética y el posible cambio de modelo de negocio de Pemex, además de la presión por la Comisión Federal de Electricidad para modificar contratos firmados.

“Hasta ahora, los mercados continúan dando un voto de confianza al actual gobierno principalmente porque se percibe que las anclas de estabilidad macroeconómica, la estabilidad fiscal y la prudencia monetaria continuarán inalteradas”, destaca el estudio de BBVA.

Arturo Herrera la última bala de López Obrador

** Las críticas externas

El miércoles 10 el diario británico The Financial Times publicó que, tras la renuncia de Urzúa, López Obrador debe abrir los ojos, no confiar en “sus datos” y demostrar que va a escuchar los consejos del nuevo titular de la Secretaría de Hacienda con el propósito de dar espacio para restablecer la credibilidad en los mercados financieros.

Apuntó: “La renuncia del secretario de Hacienda difícilmente podría haber llegado en peor momento: justo cuando el presidente Donald Trump ha amenazado a México con una guerra comercial para presionar al país a que tome medidas estrictas contra la migración hacia Estados Unidos, y la inversión empresarial se ha estancado. El rápido reemplazo de Urzúa por su subsecretario, Arturo Herrera, ordenado por López Obrador, ha evitado que se produzcan más daños. Pero el presidente debe demostrar que escuchará los consejos de Herrera y que le dará ? la libertad para restablecer la credibilidad en los mercados. También debe estar listo para recibir noticias desagradables y para no seguir confiando en sus propios datos (diferentes).

“El demorado plan de negocios de Pemex se anunciará en los próximos días. El borrador del presupuesto para 2020 debe presentarse a mediados de septiembre. Los mercados no perdonarán si estos documentos indican que habrá más desviaciones de las realidades económicas. El presidente mexicano aún puede cambiar las percepciones de los inversionistas, pero se le está acabando el tiempo.”

Un día después, durante su conferencia de prensa matutina, López Obrador respondió: “Ese periódico, con todo respeto, debe ofrecer disculpas al pueblo de México porque se quedó callado mientras se imponía la corrupción en México. Nunca dijo nada. Al contrario, aplaudía el que se llevaran a cabo las llamadas reformas estructurales, y estoy esperando que ofrezcan disculpas. Podrán ser muy famosos, pero no fueron objetivos, no son profesionales”.

Por lo pronto, Herrera llegará con el compromiso de mostrar un buen plan de negocios de Pemex, así como de presentar el Paquete Económico 2020 el próximo 8 de septiembre.

“Creemos que si no se cambia el rumbo en Pemex reanudando los farmouts, eventualmente se verán presiones significativas sobre las finanzas públicas. Cambiar el modelo de negocios de Pemex será el mayor reto para Arturo Herrera”, advierte el reporte de BBVA.

Herrera dijo que no preveía realizar cambios en la SHCP y añadió que continuará trabajando junto con la “mano que realiza las compras del gobierno”: la oficial mayor Raquel Buenrostro, así como con los encargados de la banca de desarrollo, como Eugenio Nájera, quien está al frente de Nacional Financiera y el Banco de Comercio Exterior.

Desde el 2017, Nájera participó en el equipo del ahora jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, apoyándolo en la coordinación del gabinete propuesto por López Obrador, además de coordinar los planes sectoriales y la política para el desarrollo industrial y tecnológico del país para el periodo 2018-2024.

Otro con quien tendrá que trabajar Herrera es Rabindranath Salazar, quien dirige el Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros. Este funcionario quiso ser gobernador del estado de Morelos u ocupar algún puesto de alto rango, pero Cuauhtémoc Blanco le ganó la carrera política. Entonces, López Obrador lo nombró coordinador de su campaña en Puebla, Morelos, Ciudad de México, Tlaxcala, Hidalgo y Guerrero.

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