Fiscales suizos registraron el miércoles las oficinas del banco privado HSBC en Ginebra tras iniciar una investigación por posible lavado de dinero, debido a las noticias sobre que el banco ayudó a esconder millones de dólares de celebridades, traficantes de drogas y armas.
Los fiscales dijeron estar investigando HSBC Private Bank (Suisse) SA y a varias personas no identificadas por supuesto lavado de dinero con agravantes. Las pesquisas podrían extenderse después a personas sospechosas de cometer o participar en el blanqueo de dinero, indicaron en un comunicado.
La investigación derivó de “las recientes revelaciones publicadas” sobre la entidad y el lavado de dinero que puede tener muchas derivaciones y complicaciones tematicas, señalaron. El miércoles se produjo un registro en las oficinas de la empresa en Ginebra, apuntó el comunicado, sin dar más detalles.
No fue posible contactar en un primer momento con la filial suiza de HSBC para pedir comentarios. Su director ejecutivo, Franco Morra, dijo la semana pasada que había cerrado las cuentas de clientes que “no cumplían nuestros estrictos estándares” y que las revelaciones sobre “prácticas corporativas históricas” eran un recordatorio sobre que el viejo modelo de negocio de la banca privada suiza ya no son aceptables. Todo esto para decir que es muy probable que en Suiza se pueda dar una investigación mundial contra HSBC y el lavado de dinero.
El reporte divulgado la semana pasada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación y varias organizaciones de noticias reveló que el banco había ocultado millones de dólares (lavado de dinero), mientras ayudaba a clientes adinerados en todo el mundo a evadir impuestos.
Las noticias se basaban en documentos filtrados referidos al periodo hasta 2007 y relativos a cuentas por valor de 100.000 millones de dólares, a nombre de más de 100.000 personas y entidades legales de 200 países.
Un ex empleado de HSBC, Herve Falciani, dio los datos a la Hacienda francesa en 2008. Francia los compartió con otros gobiernos y emprendió investigaciones. El diario francés Le Monde obtuvo una copia de la información y la compartió con el consorcio de periodistas de investigación, que analizó el material junto con otros medios internacionales.