El virus del Zika, transmitido por mosquitos y sospechoso de causar malformaciones congénitas, se expandirá por todo el continente americano, advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este virus es transmitido por el mosquito Aedes Aegypti, que también es portador del dengue y la chikunguya. Es similar al dengue, la fiebre amarilla, el virus del Nilo Occidental y la encefalitis japonesa.
Fue descubierto en monos en Uganda en 1947. Su nombre proviene de la selva Zika donde fue hallado. Es originario principalmente de la zona tropical de África, con brotes en el sureste de Asia y las islas del Pacífico.
El pasado mayo apareció en Brasil y desde entonces la OMS ha contabilizado la presencia del virus del Zika en una veintena de países, con brotes considerable en Brasil, Colombia, El Salvador, Panamá y Cabo Verde, este último en África.
Brasil es el más afectado, con unos tres mil 900 casos de microcefalia y 49 muertes de bebés con malformaciones congénitas, de las cuales en cinco se ha podido comprobar la relación con la enfermedad.
En Colombia el presidente Juan Manuel Santos advirtió que se prevén 600 mil casos y el nacimiento de 500 niños con microcefalia, problema que puede afectar a los fetos de las mujeres embarazadas que contraen la enfermedad.
Santos explicó que a causa de esta epidemia se espera que unos 500 colombianos adquieran el síndrome Guillain-Barré, trastorno neurológico que causa dolor y parálisis muscular.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), 20 países ya han reportado la detección del zika en su territorio: Barbados, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guadalupe, Guatemala, Guyana, Guayana Francesa, Haití, Honduras, Martinica, México, Panamá, Paraguay, Puerto Rico, la isla de San Martín, Surinam y Venezuela.
La OMS explicó que como la población de la región no se ha visto expuesta al virus antes de que emergiera en Brasil, carece de inmunidad, lo que permite que la enfermedad se extienda con mayor celeridad.
Una de las complejidades del virus del zika es su diagnóstico, ya que puede carecer de síntomas y solo es posible detectarlo con un análisis de sangre efectuado en los cinco días posteriores a la picadura del mosquito.
Según un estudio publicado en la revista médica The New England, una de cuatro personas desarrolla síntomas.
Hasta ahora no se ha reportado ninguna muerte que haya sido causada por la enfermedad, sin embargo no existe una vacuna ni medicinas específicas para tratar la enfermedad.
La mayoría de las personas se recupera y la tasa de hospitalización es baja.