Skip to main content

La siguiente historia muestra como una institución nacional, que ayuda sin esperar nada a cambio, ha servido tanto al país, que es lógico cometa errores pero esos mismos errores, no pueden opacar su gran corazón y lealtad a la sociedad. Viva el ejército de México.

Como todos los días, Luis Ángel Martínez, el niño que quiere ser militar, llegó al camellón de la colonia Roma para colocar sus juguetes que espera intercambiar por comida, ante la difícil situación económica en su casa.

Acompañado de su madre, Susana, el menor recibió los juguetes que llegó a regalarle el menor Leonardo Velázquez, y luego la ayuda económica de la señora Celia Ayala.

Luis Ángel se sentó a esperar la ayuda de más gente, cuando al camellón de Cuauhtémoc y Frontera llegó la youtuber soldado Alexa Bueno, quien se acercó a platicar con el estudiante de primaria.

– “Saliste en la tele, ¿sí te viste?

– “No”, respondió, tímido, Luis Ángel.

– “Haz de cuenta que nosotros sí te vimos, y ¿adivina que vimos?”

– “Que quiero ser militar”, comentó Luis Ángel, sentado en el camellón, junto a su juguetes y libros que pone la venta.

-“Que quieres ser militar, así es. Entonces, nosotros te traemos una sorpresa muy grandota, vale, pero van a venir unos compañeritos, es para que no te vayas a espantar porque vienen algunos militares conmigo”, le explicó la soldado Bueno.

Al lugar llegó el “Soldado Bravo”, la botarga de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) con un presente en las manos, lo que provocó que Luis Ángel se incorporara de inmediato.

El regalo contenía una película, un vaso, una playera, una cantimplora, una taza y una lámpara, entre otros artículos del Ejército y Fuerza Aérea.

Pero también llegaron elementos de la Brigada de Fusileros Paracaidistas, encabezados por el capitán Segundo de Infantería, Sabak Rivas Cabral, con una despensa integrada con productos de la canasta básica, además de un regalo extra.

“Mis compañeros y yo pertenecemos a la Brigada de Fusileros Paracaidistas, y te traemos un regalo para ti y tu familia, esperamos lo puedan disfrutar; además te traemos otra sorpresa.

“Ves la boina que traigo, te vamos a dar una, ¿me permites ponértela?, párate bien derecho por favor. La boina carmesí representa el valor y la gracia de todos los paracaidistas, además te traemos un chaleco confeccionado especialmente para ti”, le dijo el capitán Rivas.

Ante la mirada de peatones y automovilista, que curiosos se detenían, Luis Ángel agradeció los presentes de la Sedena y del grupo de Fusileros Paracaidistas.

“Representa a cada uno de los niños mexicanos que tienen un sueño, yo veo a un niño que antepone a su familia por cualquier cosa, creo que es un gran valor y al final significa que muchos mexicanos sueñan o desean formar parte del Ejército y Fuerza Aérea mexicanos, absolutamente nada se los puede impedir”, comentó la soldado Bueno.

Luis Ángel con una emoción opacada por el cubrebocas, comentó que ahora va a estudiar más para entrar al Ejército.

“Quiero ser paracaidista”, comentó.

Viva el ejército mexicano, una institución que vive para servir al pueblo de México

Leave a Reply